29 de marzo de 2011

OTAN asume mando en Libia el miércoles


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que mantenerse al margen ante la situación de Libia "hubiera acarreado un gran precio" moral y estratégico y "hubiera traicionado lo que somos".

En un discurso en la Universidad Nacional de Defensa, Obama aseguró que desde que comenzaron las operaciones, los aliados consiguieron detener "el avance mortal" de las tropas del dictador libio, Moamar Gadafi.

Obama indicó que "cumplió su promesa sobre el papel limitado de Estados Unidos en la operación, pues no desplegaría tropas de tierra y transferiría la responsabilidad a sus aliados; el próximo miércoles pasará la responsabilidad de las operaciones a la OTAN.

El mandatario insistió en que la intervención para proteger a la población civil libia, por mandato de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU, era necesaria, tanto desde el punto de vista moral como de la seguridad nacional estadounidense.

Insistió en que Gadafi abandone el poder, pero descartó que las operaciones militares aliadas vayan a incluir su caída entre los objetivos de la misión, algo que consideró que representaría "un error".

"Si intentáramos derrocar por la fuerza a Gadafi, nuestra coalición se dividiría" y aumentarían los riesgos para las tropas aliadas.