1 de julio de 2010

Serena Williams logra el pase a la final sin ceder un solo set

No hubo sorpresa alguna y finalmente Serena Williams podrá defender su título en Wimbledon tras superar en dos mangas a Petra Kvitova. La número 1 del mundo, que llega al último partido del torneo sin haber cedido un solo set, tendrá como rival a Vera Zvonareva.

Serena Williams es de esa estirpe de campeonas que con su sola presencia en la pista intimida sobremanera a su rival. Más allá de su calidad o potencia tenística, la estadounidense hace valer su ranking desde antes incluso de saltar a la pista. Por eso, a pesar de verla contra las cuerdas en determinados momentos, nunca se la puede dar por vencida. La menor de las hermanas Williams se impuso a la checa Petra Kvitova por un marcador global de 7-6(5) y 6-2 tras una hora y treinta y dos minutos de juego en un choque disputado en la Pista Central del All England Club.

El único precedente entre Serena y Kvitova había sido en el Open de Australia este mismo año, en un partido que no tuvo color y en el que la checa sólo pudo hacer tres juegos. Evidentemente, la experiencia es un grado y la voluntariosa tenista de Bilovec saltó al verde de la Central con las ideas muy claras: tenía que ser más agresiva que su rival (si es que eso es posible) y estar muy fina con el servicio. Viendo cómo comenzó el partido, con una bola de break desperdiciada por cada una de las jugadoras en los dos primeros juegos del encuentro, sólo se cumplió la primera máxima. Fue Kvitova quien logró la primera ruptura del partido, en el quinto juego, merced a un buen juego desde el fondo con un revés a dos manos que encontraba a la perfección los huecos que una pesada Serena no llegaba a rellenar. La estadounidense se quejaba del viento y la checa de la suerte de su rival, que supo rehacerse a tiempo para igualar la contienda en el siempre clave octavo juego. Dicho lo cual, se llegó al tie-break, muerte súbita que Serena dominó de principio a fin para terminar por apuntarse la primera manga tras 58 minutos.

Serena no ha perdido un solo set en los seis partidos disputados esta temporada en el All England Club y tampoco daba la sensación de poder perderlo en este partido. A pesar del voluntarioso trabajo de la zurda Kvitova, que dejó buenas sensaciones de cara a futuros eventos, Serena sabía que su momento llegaría más temprano que tarde en este segundo acto. Las imprecisiones de Kvitova así lo permitieron. En el quinto juego la estadounidense rompió el servicio y a partir de entonces todo fue un camino de rosas para Serena, que selló con autoridad el pase a su sexta final de Wimbledon.

Nadie puede dudar de que Serena Williams es la actual dominadora del tenis femenino. No obstante, es la número 1 tanto en la disciplina individual como en la de dobles. Sólo cinco mujeres antes que ella han conseguido tal hito (anteriormente lo fueron Martina Navratilova, Arantxa Sánchez-Vicario, Martina Hingis, Lindsay Davenport y Kim Clijsters). La guinda al pastel la quiere poner la estadounidense ganando su cuarto Wimbledon, segundo consecutivo, y su décimotercer Grand Slam. Para ello deberá doblegar en la final del próximo sábado (15:00, hora española) a su última rival, la rusa vera Zvonareva, con la que se ha enfrentado en seis ocasiones hasta al fecha con un bagaje de 5-1 para Serena. Un dato más que la otorga el cartel de favorita.