29 de junio de 2011

Graves disturbios en Atenas tras aprobarse el nuevo plan de ajuste

Grecia no irá a la bancarrota. El Parlamento ha aprobado las nuevas medidas de austeridad, condición 'sine qua non' para que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) entreguen al país heleno el quinto tramo de ayuda del primer plan de rescate (12.000 millones de euros) y abra las puertas a un segundo plan.

Papandréu, tras la votación.

La respuesta de la calle al impopular plan no se ha dejado esperar. Mientras los diputados votaban, la policía helena lanzaba bombas lacrimógenas en las calles para contener a manifestantes, que tras la votación han atacado el Ministerio de Finanzas.

Tras un tenso debate de tres días, 155 parlamentarios de los 300 han apoyado el plan de ajuste. Otros 138 votaron en contra, cinco se abstuvieron y dos estuvieron ausentes.

Uno de los votos a favor provino de la diputada Elsa Papadimitríu, de la oposición conservadora de Nueva Democracia, que rompió la disciplina de partido y apoyó el plan, a diferencia de su formación. "Es la decisión y el reto más importantes de mi vida política. (...) Espero que el gobierno no me decepcione", advirtió.

La decisión de Papadimitríu compensó el voto negativo del diputado socialista Panagiotis Kurumplis, que ha sido expulsado del partido gobernante Pasok, por lo que la mayoría parlamentaria del Gobierno queda en 154 escaños.

Otro de los diputados socialistas rebeldes, Alexandros Athanasiadis -iba a votar en contra de las medidas de austeridad, pero finalmente dio su apoyo al plan- ha sido atacado al salir del parlamento por una veintena de manifestantes, que le arrojaron botellas e incluso una silla