17 de enero de 2011

Mariano González Zarur, toma protesta como Gobernador Constitucional del Estado de Tlaxcala ante el pleno de la LX Legislatura



Discurso del gobernador MGZ en el Congreso del Estado de Tlaxcala

Ciudadana presidenta del Honorable Congreso de Tlaxcala, diputada Mildred Murbartian Aguilar.

Ciudadano presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, magistrado Justino Hernández Hernández.

Señor Secretario de Gobernación

Licenciado Francisco Blake Mora, representante personal, del Ciudadano Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa.

Señoras y señores diputados

Ciudadanos presidentes municipales

Distinguidos presidentes de comunidad.

Señoras y señores:

Al dirigirme a ustedes en esta primera oportunidad, como gobernador de Tlaxcala para el periodo 2011-2016, quiero dejar constancia de mi firme convicción republicana y democrática, de profundo respeto a los poderes del estado y de la nación.

El día de hoy, con este acto de renovación en el poder ejecutivo estatal, comienza una nueva etapa para Tlaxcala y los tlaxcaltecas.

En julio pasado, la ciudadanía expresó libremente su voluntad para impulsar el desarrollo integral y sustentable de nuestro estado y transformar su vida económica, política, social y cultural.

Desde la campaña y ahora lo reitero, advertimos que tenemos un gran reto por delante.

Tlaxcala se encuentra rezagada en muchos aspectos.

La sociedad presenta signos de división y está decepcionada por no haber tenido respuesta a sus demandas y necesidades.

Nuestra economía no funciona como quisiéramos, y como debería, para ofrecer a los tlaxcaltecas las oportunidades de empleo que se merecen.

Como un acto de absoluta responsabilidad, no hicimos promesas fáciles para obtener el voto de la ciudadanía.



Apuntamos que sería demagógico decirles que tenemos soluciones para todo y que habríamos de resolver todos los problemas, como si se tratara de actos mágicos.

Por eso, es importante que realicemos ahora, un balance objetivo, de cómo encontramos y recibimos el estado.

Nuestra economía se encuentra estancada.

Durante estos últimos años la caída del empleo ha sido sumamente grave.

Somos uno de los cuatro estados con la mayor tasa de desempleo a nivel nacional.

Aunque contamos con una extraordinaria infraestructura de comunicación y una ubicación geográfica estratégica.

Ocupamos uno de los últimos lugares en competitividad.

La excesiva regulación y la falta de justicia expedita inhiben la inversión.

El banco mundial, sitúa al estado como la entidad con el peor sistema en la resolución de conflictos en materia mercantil y de comercio.

Existe, un mal que debemos erradicar y es la deshonestidad.

La opacidad debe ser una práctica del pasado reciente.

Como lo establece la carta compromiso que firmé públicamente hace unos meses:

El ejercicio del gobierno en el manejo de los recursos públicos, deberá ser visto a través de una caja de cristal. Este es el único camino, para dejar de ser uno de los tres estados con el mayor índice de corrupción del país y el último lugar en transparencia efectiva.

La administración pública, no es el ámbito para realizar negocios familiares, patrimoniales, ni de grupo.

La juventud universitaria, la juventud de los ideales y la libertad, debe hace suya la transparencia.

Que se cumpla la ley en todos los niveles de gobierno y los organismos autónomos, no es posible utilizar el presupuesto para beneficiar a familiares o pagar aviadores sin cargo y sin funciones.

Ahora y siempre mi aprecio, cariño y admiración a la valentía de los jóvenes de la Universidad Autónoma de Tlaxcala que se esfuerzan por mejorar el futuro de nuestro estado.

En el ámbito social, tenemos un gran reto:

Tlaxcala está entre los primeros cinco estados de la república con mayor incidencia de pobreza.

El 17.8 por ciento de la población tiene algún grado de rezago educativo.

En materia de salud las mujeres y los niños presentan enfermedades que con una atención sencilla y oportuna no existirían.

En tan sólo dos años, se quintuplicaron los casos de leucemia, principalmente, entre la población infantil en el sur del estado.

Es también inadmisible que Tlaxcala, sea la entidad con mayor índice de trata de personas.

Señor secretario de gobernación, Tlaxcala sabe, que el Sr. Presidente Felipe Calderón, conoce y está informado de los problemas que vivimos.

El titular del ejecutivo federal, en el libro que escribió hace cinco años, con motivo de su campaña, dijo:

“Estar impresionado por el grave problema de la trata de personas en Tlaxcala” y por el dolor que causa en las familias, en las mujeres, en las personas, la explotación sexual. Preocupación e indignación de la comunidad tlaxcalteca.

Por eso, en el gobierno del estado, vamos a trabajar en coordinación con el gobierno federal, para:

Reorientar nuestras estrategias, definir prioridades y trabajar, con energía, con decisión y con la participación de todos, en contra de las causas que han dado origen al rezago.

Debemos combatir la ineficiencia, la ineficacia y la corrupción que se han enquistado en nuestras instituciones.

Quiero dejar claro, que al no haberse dado un proceso de transición, como sucede en toda democracia:

Instruyo a cada uno de los titulares de las diversas dependencias, para que realicen una minuciosa entrega-recepción y que ésta sea transparente, que tenga la mayor difusión posible, para que se informe con veracidad la situación en la que se encuentra la administración pública estatal.

Los subejercicios presupuestarios registrados en años anteriores y la falta de proyectos, son inaceptables en un estado con las carencias que tiene Tlaxcala.

De manera injustificada, padecemos un gobierno obeso e ineficiente, en el que ha aumentado en exceso la alta burocracia.

En Tlaxcala, a partir de hoy, ni familiares, ni aviadores mantenidos con recursos públicos.

Tampoco puestos creados a modo, sin perfil, sin funciones, sin responsabilidades.

Vamos a disminuir el gasto corriente, para aumentar el gasto social, el gasto de inversión, el gasto en la atención a la gente.

Una vez que concluyamos los estudios necesarios, propondremos a esta honorable legislatura reformas a la ley orgánica de la administración pública.

Con estas reformas, cada una de las secretarías y de las dependencias públicas contarán estrictamente con las áreas necesarias para cumplir con las metas y los objetivos que se definan en el plan estatal de desarrollo.

Considero que, junto con el congreso, es indispensable revisar el presupuesto de egresos del estado para el año 2011.

Tengo plena confianza en que con un diálogo respetuoso entre poderes, lograremos los consensos necesarios, que permitan darle al gasto público un destino con mayor impacto social.

En este sentido, existen una serie de medidas, que nos pueden conducir nuevamente a la senda del crecimiento equilibrado y ser nuestros puntos de partida.

La primera, es la transparencia y la rendición de cuentas. Tlaxcala, dejará de ser el estado de la opacidad.

Para ello, abriremos la puerta de par en par a la ciudadanía.

La segunda medida, es: la evaluación de resultados en el ejercicio del gasto público, su reorientación a las necesidades de la gente y a la obra pública, que incentive su participación.

La tercera, el establecimiento de medidas de mejora regulatoria y de simplificación administrativa que eviten la tramitología.

La cuarta será la atención prioritaria a la educación, la salud, el empleo, la producción en el campo y la seguridad.

Amigas y amigos de Tlaxcala:

Es momento de empeñar toda nuestra capacidad y trabajo en beneficio de los demás. Es la hora de recuperar no sólo la unidad de los tlaxcaltecas sino también de aprovechar nuestra arraigada cultura de solidaridad.

La nueva etapa que hoy inicia estará marcada por el diálogo permanente y respetuoso con el congreso, con el poder judicial, con los presidentes municipales y con los presidentes de comunidad.

En este nuevo espíritu de colaboración, las primeras iniciativas que someteré a consideración del congreso del estado serán:

Eliminar el pago de la tenencia estatal y exentar de la tenencia federal a los automóviles de hasta cierto valor.

También propondré reformas, para atender lo señalado por la suprema corte de justicia de la nación, y hacer más competitivo el cobro sobre adquisición de inmuebles y pago de derechos del registro público.

Habremos de tener una relación constructiva con el ejecutivo federal y con los gobiernos de las demás entidades, en especial de los estados vecinos.

Trabajaremos para recuperar el rumbo de un desarrollo económico y social sustentable.

En esta tarea todos tenemos una responsabilidad que cumplir. El espacio está abierto para quien quiera contribuir a la reducción de las desigualdades, a la construcción de un Tlaxcala con mejores oportunidades para todos.

Los partidos políticos, las organizaciones sociales, los medios de comunicación, los trabajadores, los empresarios, los jóvenes, las mujeres, los hombres del campo y la ciudad, las comunidades indígenas, la sociedad en su conjunto debemos hacer un nuevo esfuerzo para fortalecer a las instituciones públicas.

Esta es la mejor vía para que Tlaxcala emprenda de nuevo el camino de la justicia, por la vía de la democracia y la equidad social.

Lo haremos con apego a la ley, con honestidad, con transparencia, con orden, con energía, trabajo constante, con más espacios de participación, con acciones incluyentes, con tolerancia y respeto a las diferencias, con compromiso social y auténtica vocación de servicio.

Estoy seguro que los tlaxcaltecas tenemos la capacidad para superar nuestras diferencias y construir los acuerdos que se necesitan a partir de lo que nos une, de lo que nos es común, de nuestra entrañable tierra y de nuestra cultura.

Por encima de los intereses particulares, de las legítimas posiciones políticas e ideológicas de nuestra sociedad, está el interés de Tlaxcala.

Tenemos claros los retos y sabemos cómo enfrentarlos. Requerimos construir un Tlaxcala justo y próspero para los hombres y mujeres de hoy y de mañana.

Es tiempo del esfuerzo y de la constancia, tiempo del desarrollo equilibrado.

Es el tiempo para que los tlaxcaltecas puedan vivir con dignidad.

Ahora y siempre, es tiempo de Tlaxcala.