La justicia de EE.UU. descartó acusar a siete médicos que trataron a Michael Jackson debido a que no se encontraron pruebas de impliación en la muerte del cantante, ocurrida en junio del año pasado.
Sin embargo, uno de ellos fue referido a la Junta Médica del estado de California por recetar fármacos utilizando un alias o nombre falso.
Las autoridades judiciales llevaron a cabo pesquisas durante varios meses para determinar si se presentaban acusaciones contra los médicos.
Conrad Murray, el médico de cabecera de Jackson, no fue uno de los interrogados en estas investigadores estatales.
Murray fue acusado de homicidio involuntario a principios de año.
El médico confesó haberle administrado al "rey del pop" el anestésico propofol -de uso exclusivamente clínico- que fue hallado en el cuerpo de Jackson, además de benzodiazepinas (diversas formas de sedantes y ansiolíticos), que el artista habría usado para combatir el insomnio.
Murray -que rechaza las acusaciones de homicidio involuntario- había sido contratado como el médico personal de Jackson a principios de 2009, al tiempo que el cantante preparaba su regreso a los escenarios en Londres, en el Reino Unido.
En junio, el padre del cantante, Joe Jackson, presentó una demanda civil contra Murray por conducta negligente.
De acuerdo con el corresponsal de la BBC en Los Ángeles, Peter Bowes, la investigación de los siete médicos incluyó la búsqueda en una base de datos sobre la prescripción de fármacos.
Murray rechaza las acusaciones de homicidio involuntario.
Esta base de datos permite rastrear a los doctores que recetan sustancias controladas.
Tras conocerse la decisión, Brian Oxman, el abogado que representa al padre de Jackson, dijo que su cliente estaba "muy afectado" por la decisión.
"El uso indebido de medicamentos por parte de Michael Jackson en los últimos años de su vida fue excesivo. Decidir no llamar la atención sobre ello es ignorar la realidad", agregó Oxman.
Una portavoz de la agencia antinarcóticos de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), informó que también se decidió poner fin a una investigación que involucraba a otros médicos que trataron a Jackson.