Tradicionalmente entre personas que manejan nutrición humana, se ha recomendado la ingesta de leche y sus derivados como una fuente muy importante de calcio, incluyendo todas las etapas de la vida y aún más en situaciones de aparente demanda de calcio, como el embarazo, la lactancia, el crecimiento, la menopausia y la senectud.
Aparentemente suena lógico que en caso de descalcificación, simplemente se aporte más calcio sin importar mucho de cual fuente provenga, y la leche de vaca contiene bastante, sin embargo la fisiología no es tan simple como llenar un recipiente medio vacío y ya está, todo se normaliza.
Hay que considerar la proporción que se absorbe de este mineral al ingerirlo, los factores que lo favorecen, así como los que pueden disminuirlo y quizá lo más importante, cuánto de este mineral ingerido se excreta, esto nos dá el balance positivo o negativo del aprovechamiento real del calcio ingerido.
Por otro lado, ningún mamífero sobre la tierra, una vez que es destetado por la madre, vuelve a tomar leche, a excepción del hombre, y aún peor, la leche que ingiere es de otra especie, no humana.
Eso quiere decir que la leche de vaca no es un alimento necesario ni saludable en el adulto humano, se le ha relacionado con múltiples padecimientos como alergias, colitis, tumores, enfermedad cardiovascular, diabetes, obesidad y lo más paradójico produce osteoporosis.
La relación fósforo – calcio en la leche humana es 4 a 2, en la de vaca es 3 a 1, entonces tenemos un exceso de fósforo, que dificulta la absorción de calcio y puede producir hipocalcemia, esto hace que se necesite tomar calcio de los depósitos óseos y por consecuencia descalcificación. La leche de vaca contiene un cantidad importante de proteínas lo que dificulta la absorción correcta y favorece la pérdida de calcio.
Los individuos que llevan una dieta baja en proteínas, no toman leche, e ingieren vegetales en forma importante, eliminan menos calcio que los que ingieren leche en diversas formas, carne y proteínas animales en exceso y pocos vegetales, de esa manera aún cuando el ingreso de calcio sea menor en los primeros, el balance de calcio que se absorbe es mayor en los segundos, lo que da como resultado una mejor composición ósea y menos osteoporosis.
La absorción correcta de calcio se favorece con la vitamina D, se encuentra en la yema de huevo, pescado de mar, hígado, y se forma naturalmente en la piel a partir de los esteroles de la dieta merced a la luz solar, las verduras de hoja verde son una buena fuente de calcio, magnesio y oligoelementos, así como vitaminas que ayudan a la absorción del calcio, el brócoli, los berros, las algas, el sésamo, las almendras también son una fuente apreciable de calcio, vitaminas y oligoelementos, los boquerones, los acociles, camarón seco, charal seco, jaiba cocida, salmón enlatado, sardinas en aceite o jitomate, las leguminosas como los frijoles y el garbanzo, las hojas de chaya, el quelite, el epazote, también las frutas aportan una buena cantidad de calcio y otros nutrientes importantes.
Algunos alimentos interfieren con la absorción del calcio por su contenido en oxalatos, y forman compuestos que eliminan el calcio ingerido, como la espinaca, la remolacha, el perejil, calabaza, té, cacahuate y el chocolate., el salvado y algunas leguminosas que contienen fitatos también pueden interferir en la absorción de calcio, así como las fibras y cereales integrales, no hay que olvidar que el exceso de proteínas animales, el exceso de sodio y cafeína, así como el uso de laxantes ricos en fibra pueden interferir en la absorción del calcio.
Se ha demostrado que el consumo de caseína (proteína de la leche), estimula el aumento sérico de insulina, lo que puede ayudar a presentar hiperinsulinemia funcional, con todos los problemas que puede causar esta eventualidad, como aumento de síntesis de triglicéridos, promueve la lipogénesis con acúmulo de triglicéridos en el adiposito, lo que favorece obesidad central tipo androgénico, todo esto se traduce en daño celular, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular y de diabetes tipo II, en los obesos y personas con carga genética de diabetes puede favorecer dificultad para metabolizar la glucosa y favorecer la presentación de diabetes tipoII.
Resumen:
La leche después de la ablactación no es necesaria, solo causa problemas.
La leche y sus derivados son los mayores causantes de la industria de la enfermedad.
La leche puede causar osteoporosis, alergias, obesidad, diabetes, cáncer, enfermedad cardiovascular, enfermedades autoinmunes e infecciones.
Harvard, Yale, Pen State, National Institutes of healt (USA) “ El alto contenido de proteínas (caseína) que contienen los lácteos, drena el calcio y puede producir osteoporosis”
El calcio contenido en vegetales y frutas es más fácil de asimilar y más abundante.
FUENTE: Dr. Pedro Aguilar Acevedo Centro Antienvejecimiento de Monterrey
