17 de noviembre de 2009

DURANTE ESTAS NOCHES DE NOVIEMBRE...VEAN LAS LEÓNIDAS.


Las Leónidas son una lluvia de meteoros que se produce cada año entre el 15 y el 21 de noviembre, alcanzando un máximo de intensidad el 18 de noviembre. Cada 33 años, las Leónidas muestran un pico de actividad debido a que el polvo del cometa Tempel-Tuttle no está distribuido homogéneamente a lo largo de su órbita. En años normales, las Leónidas producen tasas del orden de diez a quince meteoros por hora. Denison Olstead, profesor de la Universidad de Yale, observó que los trazos de los meteoros parecían provenir de la constelación de Leo, lo que dio su nombre al fenómeno.

El color de estos meteoros es generalmente rojizo, son muy rápidos, ya que la Tierra los encuentra de frente, y con frecuencia dejan tras sí una estela de color verde que persiste durante unos pocos segundos. Su distribución a lo largo de la órbita no es uniforme, por cuanto están concentrados en un enjambre más denso que ha dado lugar a las grandes lluvias de estrellas.

"Pronosticamos de 20 a 30 meteoros por hora sobre las Américas y de 200 a 300 por hora en Asia", comenta Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides, de la NASA. "Nuestro pronóstico concuerda con el trabajo teórico independiente llevado a cabo por otros astrónomos".

A pesar de que la máxima intensidad de la lluvia de estrellas se producirá cuando en México aún hay luz solar, como el fenómeno dura desde el 14 hasta el 21 de noviembre, es posible ver algunas estrellas fugaces siempre y cuando se busque un lugar apartado de fuentes extremas de luninosidad.

Astrónomos de la NASA advirtieron que este año se espera que el espectáculo de las Leónidas sea uno de los más importantes del siglo.

Las Leónidas son famosas por la cantidad de meteoros que pudieron observarse más recientemente, en 1999-2002, cuando las corrientes de polvo del cometa atravesaron el cielo ocasionando más de mil meteoros por hora.

La Nasa ofrece una calculadora de la intensidad de la lluvia de meteoros de acuerdo con tu localización y la hora del día en que te dispongas a realizar la observación.

Los registros históricos disponibles no son muy útiles para caracterizar el nivel de actividad y la posición del máximo de las tormentas por la escasez de observadores y la falta de una metodología de observación adecuada. Sin embargo, se han hecho grandes esfuerzos para determinar las características de los retornos de Leónidas de los últimos 200 años. El conocimiento sobre el origen de las tormentas de Leónidas ha sido muy limitados hasta hace poco.

En los últimos años, sin embargo, ha habido un avance espectacular gracias al excelente conjunto de datos obtenidos por los observadores de la Organización Internacional de Meteoros. La actividad registrada en 1998 rompió todos los esquemas y ha sido el motor para el desarrollo de modelos numéricos que explican las tormentas de Leónidas con una precisión nunca antes alcanzada.

Las Leónidas están asociadas con el cometa Tempel-Tuttle (1866 l), el cual se observó en 1866 y en 1998. La distancia afélica de este cometa es sensiblemente igual al radio de la órbita de Urano y la duración de su revolución era, en 1866, de 33,18 años. Le Verrier pensó que este cometa tenía una órbita parabólica en el momento de sufrir la atracción del planeta Urano, del cual pasó cerca en el año 126 de nuestra Era. Así, las Leónidas habrían sido incorporadas a nuestro sistema solar por la acción de Urano.

TROY