Tiene muchos años que fui niño, pero los recuerdos de aquella etapa de mi vida son tan bellos que son imposibles de olvidar, mi mente se encontraba entonces muy dúctil y maleable en formación dijera yo, ¡ah!, y también estaba aquel ambiente que hacía del momento diario un mundo mágico de imaginación, luz y colores, sabores y en fin que aquel era como un espacio propio que vivía día a día con extraordinaria pasión y sobre todo alegría.